Yahoo Search Búsqueda web

Resultado de búsqueda

  1. www.cuentoscortos.com › cuentos-clasicos › el-gato-con-botasEl gato con botas - Cuentos Cortos

    El gato con botas. Cuentos clásicos. Autor: Charles Perrault. Edades: A partir de 4 años. Valores: ingenio, constancia, valentía, generosidad. Había una vez un molinero pobre que cuando murió sólo pudo dejar a sus hijos por herencia el molino, un asno y un gato.

    • Rapunzel

      Al día siguiente cuando el príncipe regresó para ver a su...

    • El Pescador y el Río

      A la semana siguiente el nuevo pescador decidió volver a...

    • Charles Perrault

      Envía tu cuento; Síguenos en: Cuentos de Charles Perrault....

    • Constancia

      Corría el año 1866. El puerto de Fuzhou, en China, estaba...

  2. Un gato astuto ayuda a su amo pobre a casarse con la princesa mediante engaños y regalos al rey. Lee el cuento completo con audio, imágenes y actividades en Árbol ABC.

  3. Un gato astuto ayuda a su amo, el hijo menor de un molinero, a engañar al rey y casarse con su hija. Escucha el cuento completo y descubre cómo el gato se lleva la gloria.

  4. En un pequeño pueblo, vivía un joven llamado Pedro junto a su inseparable amigo, un gato atigrado de mirada vivaz y astucia incomparable. Tras la muerte de su padre, la herencia familiar se dividió injustamente: Pedro solo recibió un gato como única posesión.

  5. bibliotecadigital.ilce.edu.mx › CuentosMas › GatoBotasEL GATO CON BOTAS - ILCE

    Un gato astuto ayuda a su amo, el Marqués de Carabás, a enriquecerse y a casarse con la hija del rey. Lee el cuento completo de El gato con botas, un clásico de la literatura francesa del siglo XVII.

  6. el gato con botas esta es la historia del hijo de un molinero que creyÓ que un simple gato era una herencia menos valiosa que la de sus hermanos. ¿estarÍa en lo cierto?

  7. 3 de oct. de 2024 · clásicos, infantil. Tiempo de lectura: 2 minutos. Había una vez un joven llamado Pedro que heredó un gato muy especial. No era un gato cualquiera; era un gato con botas, que hablaba y tenía un gran sentido de la astucia. Un día, mientras Pedro se lamentaba de su suerte, el gato se acercó y le dijo: